La fama de santidad del Siervo de Dios Remigio Salazar es la más extensa que ha llegado a gozar causa de beatificación en Nicaragua. Desde antes de su muerte en 1857 el padre Salazar era reverenciado como santo varón. Tanta era la reverencia que gozaba que ejércitos se doblegaron a su mediación y los mismos Jerez y Chamorro acordaron un armisticio por su gestión. De igual manera entre los simples ciudadanos gozaba de gran admiración. Su fama de obrar milagros así como su sapiencia eran muy reverenciadas por sus ovejas. El padre Salazar falleció en la ciudad de León el 16 de octubre de 1857.
Después de su muerte fue tan grande la reverencia y veneración de su pueblo que se reclamó y efectuó el traslado de los restos del Padre Salazar a su antigua parroquia de El Viejo el 21 de noviembre de 1860. Los restos serían expuestos en el suelo por un cristal para satisfacer la devoción de aquellos que le iban a rezar. Los indios locales acudían a honrarlo con sus demostraciones públicas de honor. Debido a que el culto público tornó en esto a demostraciones de piedad inadecuadas, el Siervo de Dios Mariano Dubón cubrió las reliquias.
Este gesto paternal del Padre Dubón para con los viejanos sirvió para purificar la memoria del padre Salazar de cualquier gesto que la Iglesia pudiera condenar. Conforme avanzó el tiempo los viejanos siguieron honrando a su "angelical pastor"como le llaman. Varios ciudadanos de El Viejo portan el nombre de Remigio a su honor, ya que es considerado como un santo suyo. En otras poblaciones de occidente por donde pasó el Siervo de Dios Remigio Salazar se conserva también su memoria y varios hoy en día tienen retratos suyos que guardan con piedad y devoción.
En el año 2014, habiendo estudiado el caso, el sr. obispo de León Cesar Bosco María Vivas y Robelo sometió a la causa de los santos la petición para abrir un proceso de canonización a favor de los sacerdotes diocesanos Remigio Salazar y Mariano Dubón. En el año 2016 llegó de Roma el Nihil Obstat que dio comienzo oficial al proceso de beatificación de los sacerdotes leoneses. El pueblo viejano guarda gran veneración para ambos así como el cuerpo del Siervo de Dios Remigio Salazar como una invaluable reliquia.
A cuatro años de haber comenzado este proceso nos toca como nicaragüenses orar por este proceso de beatificación ya que el tener a este compatriota nuestro elevado a los altares será una lluvia de gracias para todos los nicaragüenses, ya que nuestra iglesia podrá invocar públicamente su intercesión. Como Provincia Eclesiástica de Nicaragua y especial a los de la Diócesis de León nos toca apoyar este proceso con limosnas vocalización de este deseo por ver este proceso llevado a buen fin.
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